"EXCURSIÓN
A CUERA", 1934
por Manuel
Romano Haces. Nolón.
I
Son las seis de
la mañana,
mucho la gente
madruga
y en alegre
caravana
plan, planito,
hala que hala,
la emprenden por
La Mazuga.
II
Es hombre
conocedor
el capitán que
los guía
y nadie siente
temor,
ni se arredra del
calor
en tan venturoso
día.
III
Todos siguen a
Ramón
sin miedo a romper
la crisma
que, si Pelayo
volviera,
con esa tropa
venciera
a la fullera
morisma.
IV
Son dueños de la
palabra
Victorín y
el gran Quinito,
sin llegarse a
comprender,
no es posible,
qué va ser,
en medio de tanto
grito.
V
Aunque está
justificada
la una y otra
porfía
sin importarles un
bledo,
porque Gabriel
ni Alfredo
dicen esta boca es
mía.
VI
Como gamos
perseguidos
dejan atrás La
Mañanga
por el sol algo
aturdidos
y se miran
afligidos
al ver tan lejos
Peñablanca.
VII
Con semblante
acogedor,
descienden al
valle todos,
como si nadie los
viera,
pasan por Collau
Rubiera
y antes la Prida y
los Corros.
VIII
En La Concha de la
Cueva,
al mirar para El
Travieso
y verlo tan
empinado,
se queda alguno
perplejo,
mas pronto está
reanimado.
IX
Ramón les
dice los nombres
del camino que va
a Cuera
y ya Juanón y
Quinito
cerraron del todo
el pico
sin llegar a
Jorticeda.
X
Aquí saciaron la
sed
en esta fuente
bendita
que Dios puso en
la vereda
entre xetos de
tomillo
y albahacas de
pradera.
XI
Ya están sobre
los picachos
de la alta
cordillera,
y Sebas da
un "viva España"
que percute en La
Cabaña
de La Cruz de
Ventaniella.
XII
Asoman a Tornallás
y Juan
lanza un bozinazo
de aquella altura
roqueña
que se escucha
hasta en Carreña,
estremeciendo el
espacio.
XIII
Recibidos en la
Vega
por su canciller
Tamés,
les preguntó por
Rioja:
tenía una pata
coja
y se quedó en
Llagapiés.
XIV
Desde la abrupta
Lluvinca
contemplan un
panorama
de una belleza
inefable
viendo Cabrales,
un valle
que goza de justa
fama.
XV
Frente a ellos
está el Naranjo,
soberbio y
piramidal,
donde algún
desventurado
dejó la vida de
lado,
por hacer lo que
Pidal.
XVI
Por La Cerrosa,
hasta El Cantu
y, a la orilla de
una fuente,
mitigaron la
carpanta,
sobre la braña
por manta
y dando diente con
diente.
XVII
Sorprendidos se
quedaron
en el pico de
Turbina,
el más alto que
hay en Cuera,
contemplando la
marina
desde Colombres a
Nueva.
XVIII
Nacho lanza
un "ijujú"
Como mozo en Noche
Buena,
comparando
aquellos riscos
a los que
encuentra mellizos
de las montañas
de Luena.
XIX
Ahora Juan
canta:
"La Pica
de Piedra Llacia
es la más alta
de Cuera
y yo digo que
Turbina
ventaja alguna
le lleva"
XX
Todos vieron con
espanto
cómo el Alcaldín,
al vuelo,
haciendo muy raros
trucos,
se trepaba a los
hayucos
y Sebastián desde
el suelo.
XXI
Con grandes
dificultades
descendieron con
valor
dandos sendos
trompicones
y sietando los
calzones
por la parte
posterior.
XXII
En La Canal de las
Torres,
pasaron las de
Caín,
a lo que nadie era
ajeno,
porque se le cansó
un remo
al valeroso
Alcaldín.
XXIII
Un descanso y se
reponen,
por razones
ilusorias,
y rendidos, cien
por cien,
van caminando al
vaivén,
al salir de Las
Berodias.
XXIV
Por El Texedu, de
noche,
pasamos por La
Pereda
cabizbajos y
maltrechos,
pero siempre
satisfechos
de aquella
excursión a Cuera.
FIN
Versos tomados
de unos apuntes que me proporcionó Víctor Tamés, vecino de Porrúa.
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